9 de agosto de 2013
Isomnio
Tengo un insomnio para compartir,
así con un vino y tu luna,
así con el molesto zumbido de la televisión,
así pero contigo, si tu quieres.
Porque cuando este silencio empieza a hablar,
las palabras no me bastan ni me llenan;
porque tu sueltas mi mano y apenas me doy cuenta,
la soledad me susurra que no tengo a nadie excepto a ella.
Tanto miedo tengo de ti,
de unas palabras aprendidas a repetición,
de unos brazos fríos y de besos vacíos;
que te pienso con rabia y desesperación,
para que no te esfumes
en los sueños que me dibujaste,
en aquellas noches cuando aun podía dormir.
Tu no escuchas el grito que rompe esta noche,
el cansancio ha vencido a tus ojos y ya no ves,
ni oyes, ni quieres, sentir el clamor de otros tiempos
de pureza y de esperanza a pesar de los disturbios.
¿No eramos mejores entonces?
Y en la oscuridad que encima nos calló,
y que vela tu sueño más celosamente que yo,
ahí estoy invisible a tu lado,
esperando siglos sobre el tambor de tu pecho,
para sentir tu calor y volver a ser cuerpo y deseo y alma;
y regresarte... regresarnos a ese mundo donde somos sólo
jóvenes.
Espera amor... ¿Por qué no oigo más tu corazón?
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Autora

- Monyenka
- Soy estudiante de Pedagogía y en mi tiempo libre me gusta escribir. Espero que te guste!
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