Susurro de media noche

... porque hay cosas que sólo pueden decirse a media voz y en la oscurridad.

9 de agosto de 2013

Isomnio

Tengo un insomnio para compartir,
así con un vino y tu luna,
así con el molesto zumbido de la televisión,
así pero contigo, si tu quieres.

Porque cuando este silencio empieza a hablar,
las palabras no me bastan ni me llenan;
porque tu sueltas mi mano y apenas me doy cuenta,
la soledad me susurra que no tengo a nadie excepto a ella.

Tanto miedo tengo de ti,
de unas palabras aprendidas a repetición,
de unos brazos fríos y de besos vacíos;
que te pienso con rabia y desesperación,
para que no te esfumes
en los sueños que me dibujaste,
en aquellas noches cuando aun podía dormir.

Tu no escuchas el grito que rompe esta noche,
el cansancio ha vencido a tus ojos y ya no ves,
ni oyes, ni quieres, sentir el clamor de otros tiempos
de pureza y de esperanza a pesar de los disturbios.
¿No eramos mejores entonces?

Y en la oscuridad que encima nos calló,
y que vela tu sueño más celosamente que yo,
ahí estoy invisible a tu lado,
esperando siglos sobre el tambor de  tu pecho,
para sentir tu calor y volver a ser cuerpo y deseo y alma;
y regresarte... regresarnos a ese mundo donde somos sólo jóvenes.

Espera amor... ¿Por qué no oigo más tu corazón?


11 de mayo de 2013

A usted

No se sorprenda si le hablo de usted,
que no es por cortesía, ni hipocresía;
es la forma más sencilla de decirle que no le conozco
a pesar de los años y pasos andados a sinsabores.

Está claro después de todo,
que no es usted mi café de media mañana,
ni yo su sección de deportes favorita;
sería blasfemia ocupar lugar tan importante.

Y luego de los vanos intentos por seducirle,
por invocarle amor hasta en los sueños,
está claro que ni el más experimentado poeta
podrá arrancarle palabras tan simples como un “me importas”.

Quiero decirle que me he cansado
de esperarle en las estación del tren
que nos llevaría a la vida que había planeado para los dos,
pues no eramos parte de un plan en sincronía.

Aun así espero atentamente que tenga la bondad,
de agradecerme cada noche de desvelo
por tenerle en el pensamiento
y llevarle en el corazón lleno de lágrimas.

Que no le extrañe si de pronto ya no oye
su nombre azucarado entré mis labios,
pues me habré ido a otros brazos menos cálidos
pero más fraternales de los que tuve a su lado.

6 de diciembre de 2012

Agalma

Yo, idealista mujer del nuevo siglo,
citadina obsesiva, compradora compulsiva,
impropia para muchos, encantadora para otros,
utópica y agria hasta la bilis.

Él, así de cerca de ser ajeno, de ser un completo extraño,
de serme irritable por su sobrada soberbia,
de serme hipnótico por su intelecto; compás sin ritmo,
sádico personal, consciente o no de serlo; ojos de embrujo.

Así somos, sin nunca pretender ser distintos,
odiando sentir que cambiamos para complacer al otro;
ese otro apasionante, opuesto, irritante y contadictorio.
¿Se preguntaban por qué somos polos que se repelen?

Él no quiere ser la parte que me complemente,
yo me niego a creer que no soy una mujer completa sin él.
Distante la mayoría de las veces,
sueño más con su presencia de lo que la soporto.

Aun así le quiero más de lo que soy capaz de aceptar,
y me importa poco ya, si le viene o le va;
me ha convertido en egoísta de mis propios sentimientos,
y aunque a veces duele, se encarga de recordarme porque le amo en la ausencia.

Aunque hay noches en las que me repito:
“más me vale arrancarme éstas malditas ansias de los labios,
y borrarme el deseo de sus manos en mi piel,
porque debo recordar el pacto de paz que insistimos en firmar".

Un millón de intentos para no separarnos,
mas motivos para permanecer distantes.
Sin querer concederle un poco de mí, porque no lo merece,
aunque por momentos tome mi mano con insípida dulzura.

Aun así no pierdas la cordura corazón que te puedes desbocar,
y terminar ahí donde él goza con tu sosobra,
con las lágrimas que te niegas a mirar que dejaste en el camino,
ten miedo de terminar ahí donde él olvida.

El secreto que le guardo no es más que un tributo a mi misma,
una oscura satisfacción de tenerle a toda costa,
así en la incertidumbre, así en la angustia y sin reglas,
así en lo que él hace parecer un masoquista intento eterno.

Me niego a concederle un trozo de alma o memoria permanente,
para que anide ahí y en la pus me deshaga,
para que lo cuente como hazaña a los viajeros,
para que cómodamente se vuelva inmune a mi olvido.

¿Y por qué voy a dejar que él me destroce el corazón,
si puedo arrancármelo yo misma primero
y quitarle el oscuro placer de que lo haga él?
Porque tiene la clave pero no quiere usarla…

Monyenka

21 de septiembre de 2012

¡Espero su ayuda!

Estimados amigos, como algunos sabrán uno de mis pasatiempos favoritos es escribir, a algunos otros les sorprenderá.
La cuestión, es que hoy les pido un poco de su tiempo para leerme, y que me ayuden a elegir los 3 mejores textos que se encuentran en éste blog.
El motivo se los comunicaré una vez que ya esten éstos 3 textos, sólo les puedo adelantar que es algo muy importante para mi, y significa mucho que me ayuden a elegir.
Quizás en el transcurso de éste fin de semana suba algunos más que tengo guardados, de momento sólo les pido opinión de éstos.
Pueden dejarme su opinión en un comentario en ésta entrada, en el chat de éste blog o en facebook.

Muchas gracias por su tiempo.

Mónica.

2 de febrero de 2012

Transgresión

Después de tu roce me he vuelto frágil,
basta tan sólo el aleteo de la abeja para desmoronarme;
la suave brisa para que me hagas lluvia y me vaya;
basta que cierres los ojos para que yo no exista.

Si vas a matarme quiero que sea rápido,
quiero apenas darme cuenta que he dejado de respirar
quiero después de todo algo de justicia en este cuerpo,
que yazca en la arena y lo arrastre el mar.

Me has transgredido hasta los límites el alma,
y desgarraste a pulso la noche que me sostenía
alejada más allá de ti y de todas tus manías,
porque no soportabas la idea de que me hiciera bruma.

No me toques más la espalda, duele a través del hielo
que he puesto para que no lamas mis heridas;
porque si existe el descanso, quiero conservar las cicatrices
para que no olvide jamás tus labios…

Monyenka

3 de septiembre de 2011

Sendero

Todo el sendero hasta tu alma es azul,
pero es el azul, más áspero y frío que he sentido;
las hojas me hieren como puntas de fuego, los pies,
tu toque es el rasguño a mi pecho, tanto que casi tocas el corazón.

Haz puesto como trampa, mil espejos en mi camino,
pero evito mirarlos, porque ahí sólo he encontrado tu reflejo;
porque tu haz robado mi alma con suaves hilos culpa
y si cruzo la linea, tal vez me funda y me pierda para siempre.

Haz roto el eco de mis gritos y todo estalla dentro,
porque eres el dolor más fiero y sin tregua que he vivido,
que casi desgasto la luz que me queda entre las manos,
para que no me apague, para que me siga manteniendo.

Eres tu, el punto más oscuro de la noche que hiciste para mí,
y es que no hay red que se pueda romper, cuando no se quiere escapar.
Si eres hombre o sombra poco importa ahora
que te he vuelto mi norte aun a contra viento.

Monyenka

20 de agosto de 2011

Inusual

Luz de media mañana, clara y tibia,
Cae sobre nosotros, baña tu tersura y te acaricia;
Así quisiera acariciarte yo, con la misma delicadeza,
Como si fueras un ángel y apenas el roce se me permitiera.

Despertar inusual, abres los ojos y aun más luz irradias,
Me inundas; y en un torrente me desbordo en tus labios,
Me alegra saber que eres tan mortal como yo,
Y que sólo la divinidad podemos alcanzarla juntos.

Tu abrazo me asfixia, me deshace entre tus manos,
¿acaso es lo que haz querido hacer todo este tiempo?
Ver como me desmorono ante tu mirada y tus palabras,
Para que luego vuelvas a armar la figura a tu esencia…

Muero en ti, y quiero prolongar la luz hasta la inconsciencia
Porque sólo en ti encontré el confort de la vida,
Porque sólo tú guardaste en mis labios la palabra deseo
Para entregártela a cuentagotas aunque sea eterna.

Debes saber que el silencio inusual me da miedo,
¿sientes todo lo que hay que decir, y que flota en el aire
Pero no se deja estallar ante nuestra impotencia?
Todo allá fuera se hace tan extraño cuando estás aquí.

No rompas la atmósfera, no sueltes mi mano,
Si te alejas, este momento se perderá entre tantos otros,
No quiero olvidarlo, no quiero que me olvides,
Y te deshagas, te desvanezcas entre mis dedos, como la luz de la mañana…


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Monyenka

Autora

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Soy estudiante de Pedagogía y en mi tiempo libre me gusta escribir. Espero que te guste!

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